Sacudón en Buenos Aires: Espert se postula diputado. Lidera una lista que desafía el viejo orden político
Con una alianza inesperada, La Libertad Avanza apuesta fuerte para romper el statu quo bonaerense.

La confirmación de José Luis Espert al frente de la lista de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires marca un punto de inflexión en la disputa legislativa de 2025. Lejos de ser un simple movimiento electoral, la decisión responde a la necesidad urgente de acelerar la transformación institucional en el principal distrito del país, donde las estructuras tradicionales –bajo influencia del peronismo y el corporativismo sindical– han perpetuado décadas de atraso y clientelismo.
El armado de la nómina no solo incluye a figuras del espacio liderado por Javier Milei, sino que integra referentes del PRO como Diego Santilli y Florencia De Sensi, fruto de un acuerdo pragmático con sectores del macrismo dispuestos a abandonar el inmovilismo y sumarse a una agenda de reformas profundas. Este pacto político, inédito en la provincia desde el retorno a la democracia, otorga a La Libertad Avanza el control del 75% de los lugares expectantes, reservando el resto para el PRO. El mensaje es claro: la prioridad es conformar una mayoría capaz de reconfigurar el Congreso y respaldar la avanzada desreguladora que el Ejecutivo viene impulsando desde diciembre.
A diferencia de la lógica de reparto y conservación de privilegios que caracterizó a las listas del pasado, la nueva composición privilegia perfiles con recorrido técnico y disposición a confrontar los intereses corporativos enquistados en la región. La inclusión de Alejandro Finocchiaro, exministro de Educación y férreo defensor de la meritocracia, refuerza el compromiso con una política educativa centrada en la excelencia, en contraste con la retórica de «inclusión» vacía que ha fracasado en revertir el deterioro del sistema público.
Para entender el desafío que enfrenta La Libertad Avanza, basta repasar el peso estructural de Buenos Aires: la provincia concentra más de un tercio del padrón nacional y ha sido históricamente el bastión de fuerzas conservadoras disfrazadas de progresismo o populismo. En las últimas dos décadas, la región ha visto crecer el empleo público y la dependencia de planes sociales, mientras la presión fiscal y la inseguridad espantaron inversiones y talento. El avance de un bloque parlamentario comprometido con la reducción del gasto estatal, la apertura económica y el combate frontal a la corrupción sindical puede significar, por primera vez, un giro de 180 grados en la matriz productiva bonaerense.
El propio Javier Milei ha señalado que la consolidación de una mayoría legislativa es condición indispensable para avanzar con la modernización de la economía y la institucionalidad. Sin reformas estructurales, la provincia corre el riesgo de continuar atrapada en el ciclo de déficit, inflación y fragmentación social. Modelos como el de Chile o el de la Unión Europea tras la década de los noventa muestran que, cuando las fuerzas pro-mercado logran articularse y desplazar a los gestores del statu quo, los beneficios se traducen en crecimiento sostenido, aumento del empleo formal y mejora de los indicadores sociales.
El lanzamiento formal de la campaña reunirá a Espert y a los principales candidatos provinciales en La Plata, en un acto que buscará instalar la narrativa de cambio real frente a las promesas incumplidas de los viejos partidos. En este contexto, la presencia de figuras como Santilli y De Sensi no sólo suma volumen electoral, sino que exhibe la capacidad del oficialismo de atraer aliados dispuestos a apoyar la agenda liberalizadora en temas clave: seguridad, educación, desburocratización y promoción de la inversión privada.
El contraste con las fuerzas opositoras no podría ser más evidente. Mientras La Libertad Avanza propone recortar privilegios, limitar la discrecionalidad estatal y devolver poder al ciudadano, los referentes del peronismo y la izquierda insisten en recetas probadas y fallidas: más gasto, más regulaciones, más controles y, en definitiva, más dependencia. El respaldo de algunos sindicatos y gremios a estos sectores evidencia el temor ante la pérdida de privilegios y la llegada de una cultura de la eficiencia y la transparencia.
Reflexión final: El desafío de transformar Buenos Aires no se resuelve con slogans ni apariencias. Requiere coraje político, visión de largo plazo y la convicción de que la libertad y el mercado son herramientas fundamentales para alcanzar el desarrollo. El proceso será arduo y encontrará resistencia de los guardianes del pasado, pero la historia demuestra que, cuando las sociedades eligen el camino de la apertura, la innovación y el esfuerzo individual, los resultados no tardan en llegar. Es el momento de abandonar el miedo y apostar, sin medias tintas, por la generación de riqueza y oportunidades para todos.