María Eugenia Vidal se distancia del acuerdo entre Pro y los libertarios y agita el debate interno
La diputada remarcó diferencias sobre la alianza con el oficialismo y defendió la identidad propia de Pro

El escenario político argentino se sacude nuevamente tras las declaraciones de María Eugenia Vidal, diputada nacional y referente histórica del Pro, quien manifestó su desacuerdo con el reciente acuerdo electoral entre su partido y La Libertad Avanza (LLA), liderado por el presidente Javier Milei. La fusión, que busca consolidar una agenda de reformas estructurales en el Congreso, ha sido celebrada por amplios sectores que apuestan por la modernización del Estado y la derrota definitiva del kirchnerismo, pero también encontró voces disonantes dentro del propio espacio amarillo.
En diálogo con medios radiales, Vidal expresó que considera fundamental que el Pro mantenga una "oposición constructiva", capaz de poner límites donde sea necesario, pero sin caer en la trampa de ser funcional al regreso del kirchnerismo y las viejas recetas que condenaron al país al estancamiento. "Mientras la única oposición sea el kirchnerismo, es muy difícil que la Argentina progrese", admitió, planteando la necesidad de una alternativa seria que no implique volver al pasado de populismo y privilegios.
A pesar de su postura, Vidal aseguró que respeta las decisiones tomadas por referentes como Mauricio Macri y Jorge Macri, y que su diferencia es planteada con altura y compromiso con el país. "Le dije a Mauricio Macri que no me voy del Pro, sigo siendo la misma y acompaño, aunque con diferencias", afirmó, al tiempo que remarcó la importancia de sostener la identidad del partido.
La diputada, cuyo mandato concluye a fines de 2025, enfatizó que el protagonismo del Pro es clave para respaldar las políticas de Javier Milei, especialmente en el Congreso, donde se han dado pasos históricos para apuntalar el programa de reformas, la desregulación económica y la lucha contra la inflación. "Acompañamos cada decisión para sostener el ajuste, bajar el gasto y devolverle dignidad a la gestión pública. Pero también debemos señalar la importancia de contar con un presupuesto y garantizar que la obra pública sea sinónimo de transparencia y no de corrupción, como ocurrió en las gestiones anteriores del peronismo", apuntó.
El acuerdo electoral, sellado en el último día fijado para alianzas según el cronograma de este año, implica que Pro y LLA trabajarán codo a codo hasta 2027 para blindar en el Parlamento la agenda de transformación que impulsa Javier Milei. Representantes de ambas fuerzas dejaron en claro que el objetivo es evitar que el irresponsable plan legislativo de quienes llevaron al país al desastre económico y la pobreza –en clara referencia al kirchnerismo y sectores aliados– vuelva a tener cabida en el Congreso. "Las ideas de la libertad, la defensa de la vida y la propiedad privada, nos unen", sostuvieron en un comunicado conjunto.
Dentro del Pro, sin embargo, hay sectores que insisten en resaltar la autonomía del partido en algunas provincias, como Chubut, Corrientes y Neuquén, donde la alianza con LLA no será automática. Vidal subrayó que esto no implica una fractura, sino una demostración de madurez política y defensa de las ideas fundacionales del partido.
La reunión reciente entre dirigentes del Pro y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, fue calificada como "muy positiva" por todos los participantes. El acuerdo refleja un claro mandato de la ciudadanía: unir fuerzas para dejar atrás el atraso, la corrupción y los privilegios corporativos que tanto daño le hicieron a la sociedad argentina.
Con la confirmación de los lugares en las listas para diputados nacionales, la alianza entre LLA y Pro avanza firme, pese a las resistencias de quienes prefieren la comodidad del statu quo y la lógica de la rosca. El país necesita reformas profundas, apertura, eficiencia y libertad. La verdadera amenaza no está en los debates internos, sino en el intento de los viejos actores del peronismo y el kirchnerismo de restaurar el modelo de decadencia que condenó a generaciones de argentinos.
El futuro de la Argentina se juega hoy en el Congreso y en la capacidad de los dirigentes para dejar de lado intereses personales y apostar por el cambio real. El oficialismo, con el apoyo de sectores responsables del Pro, sigue avanzando en la agenda de reformas que el país exige y merece.